martes, 10 de enero de 2012

Obras mitologicas

EL RENACIMIENTO
                                                                         El nmacimiento de venus, de Sandro Botticelli, Galleria degli Uffizi, Florencia
La primavera de sandro botticelli, Galleria degli Uffizi, Florencia
Marte y venus sorprendidos por vulcano de tintoretto Alte pinakotheke, Munich
Dánae con ángel, de Tiziano, Museo de Capodimonte, Napoles

El concilio de los dioses, de Rafael, Villa Famesina, Roma

Diana cazadora, de la Escuela de Fontainebleu, Le Louvre, Paris
Mercurio volante, de Giambologna, Museo Nazonale del Bargello, Florencia EL BARROCO

El nacimiento de Atenea de la cabeza de Zeus, de pablo Fiammingo,Narodni Galleria, Praga

La fragua de vulcano, de Diego Velazquez, Museo del Prado, Madrid


Jupiter, de Jean Raon, the paul Getty Museum, Los Ángeles.
Apolo y Dafne, de Gianlorenzo Bernini, Galleria Borghese, Roma


Neptuno y Tritón, de Gianlorenzo Bernini, Gelleria Borghese, Roma.

Plutón y Proserpina, de Gianlorenzo Bernini, Galleria Borghese, Roma.
EL ROMANTICISMO

Saturno devorando a sus hijos, de Francisco de Goya, Museo del Prado, Madrid.
EL NEOCLASICISMO

Ganimedes y el águila, de Bertel Thorvaldsen, Thorvaldsen Museum, Copenhague.



Las musas, de Paul Delvaux, Musée d'Orsay, París.








 

martes, 13 de diciembre de 2011

Significados de palabras

Caja de pandora:
Solemos utilizar la frase "abrir la caja de Pandora" cuando queremos decir que alguno de los actos que realizamos en la vida nos van a traer nuevos males o nuevas desgracias.
Complejo de edipto:
se refiere al agregado complejo de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores.
El suplicio de tantalo:
el significado del mitico suplicio de tantalo, ademas de la severidad del castigo que merece el parricidio filicidio, consiste en que el hombre por su misma insensatez, se priva de todo lo que tiene al alcance de la mano.
Espfuerzo titánico:

  Que exige un gran esfuerzo. enorme, gigantesco.
  Relativo a los titanes.
Estar en los brazos de morfeo:
Que alguien está durmiendo
Estar bajo la égida:
Significa este modismo "estar bajo la protección, amparo y defensa". 
Estar hecho una furia:
Es frase que califica a aquél al que, en determinadas circunstancias, la ira hace gritar, gesticular y no atender a razones.
Hijo de Ariadna:
de dulce canto, bondadosa, muy santa, honesta.
Fuerza hercúlea:
Se aplica a la actividad o trabajo que requieren un esfuerzo grande
Ser una arpía:
Mujer mala y perversa.
Ser la musa de alguien:
La musa es aquello que sirve de inspiración a un artista
Ser una quimera:
era un monstruo horrendo, hija de Tifón y de Equidna, que vagaba por las regiones de Asia Menor aterrorizando a las poblaciones y engullendo rebaños y animales.




lunes, 12 de diciembre de 2011

Los doce trabajos de hércules



1º. El león de Nemea. 
No lejos de la ciudad de Nemea  un león enorme, muy feroz e invulnerable a las armas 
de los hombres, devastaba toda la región de la Argólida. Hércules mató a la fiera, que 
vomitaba fuego y humo, asfixiándola; al no poder despellejarla con sus armas, se sirvió 
de las garras de la propia fiera. Con su piel se hizo una coraza y con sus fauces un nuevo 
casco. 
2º. La hidra de Lerna. 
En las lagunas de Lerna habitaba una hidra enorme que devoraba a los hombres; sus 
nueve cabezas se regeneraban cuando eran cortadas. Con la ayuda de su compañero 
Yolao, que le proporcionaba teas ardiendo, cauteriza con  fuego las heridas para impedir 
que se regeneraran y de un tajo corta la cabeza central y la echa al fuego. Mojó sus 
flechas con la sangre venenosa de la hidra, cosa que le fue de gran utilidad 
posteriormente. 
3º. La cierva de Cerinia. 
Por los montes de Cerinia vivía una cierva, con cuernos de oro y patas de bronce, 
consagrada a Artemis/Diana. Hércules debía cogerla viva. La persiguió durante un año 
hasta los últimos confines de la tierra y logró atraparla junto al río Ladón, aunque tuvo 
que herirla en una pata, lo que le valió una reprimenda de la diosa. 
4º. El jabalí de Erimanto. 
El jabalí de Erimanto, afluente del río Alfeo, era una bestia descomunal que devastaba 
la región. En el camino se encontró con el centauro Folo quien le obsequió con una cena 
para la que Hércules le pidió vino del tonel que el dios Dionisos/Baco había regalado a 
los centauros. Ante el olor del vino los centauros acudieron y se enfrentaron a Hércules 
quien en la contienda hirió al centauro Quilón, su maestro, el cual le había enseñado el 
remedio curativo. Pero el veneno de la flecha de Hércules era mortal y Quilón era 
inmortal; no se moría ni le cesaban los dolores y pidió a Hércules que consiguiera que 
se le enviara la muerte.Cazó el jabalí corriendo tras él por una llanura nevada hasta 
extenuarle; se lo llevó vivo a Euristeo, que asustado se escondió en un ánfora. 
5º. Los establos de Augías. 
Augías, rey de la Élide, tenía tres mil bueyes en establos que nunca habían sido 
limpiados. Esto suponía un peligro y una peste para los habitantes de la región. Augías, 
a quien Hércules se había presentado sin decir que era por encargo de su tío Euristeo, 
pensando que una persona de tal aspecto y porte no se rebajaría a aquel trabajo y que le 
sería imposible le ofreció la décima parte de su ganado; Hércules debía limpiarlos en un 
solo día. Para ello desvió el curso del río Alfeo y el Peneo, a fin de que sus aguas 
arrastraran el estiércol.

6º. Las aves del lago Estínfalo. 
Una nube de aves espantosas, antropófagas, devoraban todo lo que encontraban. Tenían 
el pico, las alas y las garras de hierro y poseían la facultad de disparar sus plumas como 
flechas. No hallaba forma de abatirlas, hasta que estando al acecho Atenea se le 
presentó y le entregó dos poderosos címbalos de bronce que Efesto/Vulcano le había 
fabricado. Subió a lo alto de una cima y con el estruendo que produjo al batirlos logró 
ahuyentar a las monstruosas aves y abatió a muchas en pleno vuelo. 
  
7º. El toro de Creta. 
El rey Minos de Creta había prometido a Poseidón sacrificarle lo primero que saliese del 
mar, pretextando que no tenía nada digno que ofrecerle. Poseidón hizo salir del mar un 
toro de gran belleza; admirado Minos lo mezcló con su manada y sacrificó al dios otro 
toro. Poseidón, al verse engañado, enloqueció al toro; así desolaba la isla. Hércules 
tomó el trabajo de domar al animal e incluso fue ayudado por el propio rey Minos; a su 
tío Euristeo no le impresionó tanto la belleza del toro y lo soltó; llegó a Maratón, en el 
Ática, donde devastaba toda la región hasta que Teseo logró domarlo de nuevo. 
8º. Los caballos de Diomedes. 
Diomedes, hijo de Ares, rey de la Tracia, poseía unos caballos (yeguas, según otras 
versiones) fieros y vigorosos de tal modo que debían estar atados con cadenas de hierro 
a los pesebres; tan fieros que comían incluso carne humana, de los cadáveres de los 
náufragos que llegaban a las costas y de los extranjeros que entraban en su ciudad. 
Hércules lo primero que hizo fue matar al propio Diomedes y echárselo de comida a los 
caballos, que, saciados, pudieron fácilmente ser cogidos. En el camino, al volver a tener 
hambre, devoraron a Abdero, compañero de Hércules en esta aventura. Luego logró 
dominarlas de nuevo y llevarlas a Micenas. Euristeo se los consagró a Hera/Juno. 
Tuvieron una larga descendencia, tanto que el propio Alejandro Magno montó aún un 
caballo de aquella raza. 
Tras este trabajo, Hércules se embarcó con Jasón en dirección a la Cólquida, en Asia 
Menor, al este del Ponto Euxino, en busca del vellocino de oro. 
9º.  El cinturón de Hipólita. 
Euristeo quería el cinturón de la amazona Hipólita como regalo para su hija. Las 
amazonas habitaban en la región del Ponto y formaban un numeroso pueblo de mujeres; 
de sus hijos sólo criaban a las mujeres. Hércules fue recibido por la reina que se lo 
prometió impresionada por su noble aspecto. Pero Hera difundió el rumor de que un 
extranjero iba a raptar a la reina y todas las amazonas atacaron. Hércules las va 
venciendo una a una hasta conseguir coger prisionera a Alcipe, la capitana del ejército; 
entonces Hipólita le entregó el cinturón como rescate. 
De regreso de esta aventura liberó a Hesíone, hija de Laomedonte, rey de Troya, de las 
fauces de un monstruo marino, que se la había tragado por no haber cumplido la 
promesa a Poseidón de sacrificarla en su honor, ya que no le había pagado la ayuda de 
la construcción de los muros de Troya. Hércules se lanzó dentro de las fauces del animal 
y la rescató. Laomedonte no le pagó nada; Hércules marchó muy enfadado.

10º. El gigante Gerión. 
En Gádira (Cádiz?) vivía Gerión, gigante de dos cuerpos y tres cabezas, seis brazos y 
seis piernas; era dueño de una manada de hermosos bueyes, guardados por otro gigante 
y un perro bicéfalo. Hércules mata al pastor y luego a Gerión, y luego conduce los 
bueyes hacia Tirinto. Cansado del viaje, al llegar a Italia se paró a dormir junto al Tíber. 
Un célebre pastor, llamado Caco, le robó siete bueyes. Hércules buscó en las cuevas 
próximas, pero las huellas del ganado iban en sentido contrario, pues Caco había guiado 
los bueyes cogiéndolos por la cola. Los mugidos de los bueyes le sirvieron de pista. 
Recuperó su ganado y dio muerte a Caco. 

11º. Las manzanas de las Hespérides. 
Con motivo de las bodas de Zeus y Hera, Gea plantó en la costa occidental del Océano 
un jardín con manzanas de oro. Cuatro doncellas, llamadas Hespérides, lo cuidaban con 
la ayuda de un dragón de cien cabezas . No se sabía dónde estaba dicho jardín. 
Hércules obliga al viejo hombre del mar, Nereo, a que le indique el camino. Al pasar 
por Libia se enfrenta a Anteo, hijo de la tierra, y lo vence. Vence a los pigmeos  que 
le robaron las armas mientras dormía. Prosiguiendo su camino libera a Prometeo que 
estaba encadenado en el Cáucaso; éste le enseña el camino. Para llegar al Atlántico 
abrió el estrecho entre Europa y África. 
Prometeo le había aconsejado que entrase él a robar las manzanas; por ello hizo un 
pacto con Atlante; le sostuvo la bola del mundo mientras fue a robarlas; pero Atlante no 
quería volver a cargar con semejante peso. Hércules acudió a la astucia de la 
almohadilla. Y así logró deshacerse de la carga. Euristeo no quiso coger las manzanas, 
pues sólo quería desembarazarse de Hércules; éste las depositó en el altar de Atenea, 
que las devolvió al Jardín de las Hespérides.

12º. El can Cerbero. 
El can Cerbero, el perro de los Infiernos, era un monstruo de tres cabezas de las que 
manaba una repugnante baba; tenía cola de dragón de la que salían formas de serpientes. 
Sin más protección que su piel de león y sus flechas sin compañeros descendió a las 
mansiones de Plutón/ Hades. Vio a su amigo Teseo, a Meleagro, hermano de su esposa 
Deyanira; Hércules quiso recuperar a su amigo y traerlo al reino de los vivos, pero la 
tierra tembló al intentarlo. Plutón quiso impedirle la entrada; Hércules le disparó una 
flecha y le hirió en un hombro; el dios comprendió el sufrimiento humano y accedió a 
dejarle llevar a cabo su empresa con la condición de no emplear más que sus manos. Lo 
cogió por el cuello y logró reducirlo; al salir a la luz el can Cerbero, desacostumbrado a 
ello, empezó a echar baba, de la que brotó el acónito, planta venenosa. Cuando llevó el 
monstruo a su tío Euristeo, éste comprendió que no podría librarse del odiado hijo de 
Zeus. Hércules volvió al Hades a restituir el Cancerbero a su dueño.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El legado grecoromano del arte

Hercules mata a las aves de Estínfalo, de Alberto urero, Germanische National Museum Nuremberg
Hércules luchando con el leon de Nemea, de Rubens. museo de Arte Bucarest
Los argonautas abandonan la cólquida, de Ercole de´Roberti, Museo Thyssen, Madrid

medusa, de caravaggio, alleria degli uffizi, Florencia.


Hercules y la hidra de pallauiolo, Galleria degli uffizi, Florencia

hercules y cerbero, de Francisco de Zurbaran, Museo del Prado, Madrid

Perseo liberando a Andromeda, de Rubens, Staatliche Museen, Berlin
Medea a punto de matar a sus hijos, de Eugene Delacroix, Le Louvre, Paris
Teseo matando al minotauro, de antoine-louis Barye , Le Louvre, Paris
jason y el vellocino de oro, de Bertel Thorvaldsen, thorvaldsen  Museum, Copenhague
Medea, de Frederick Sandys, Museum and Art Gallery, Birmingham